Hoy recorde ese anécdota, porque nosotros también podemos ser restaurados, al igual que la guitarra, nuestra vida puede estar maltratada, con muchos parches, hemos acumulado capas de pecado que necesitan ser removidas. Hoy a unos días que finalice este año 2009, donde todos hacemos recuentos del año, aunque pareciere que a veces hacemos recuento de los daños, me doy cuenta, que hay áreas en mi vida que necesitan ser restauradas.
Cuando le permitimos a Cristo entrar en nuestras vidas, El nos perdona y nos restaura. A medida que nos renovamos, Cristo nos protege con su amor. Por la muerte y resurección de Jesús podemos ser salvos de nuestros pecados. Necesitamos que Cristo remueve, lije y restaure las manchas del pecado para revelar la naturaleza de Dios dentro de nosotros.Y que nuestro proyecto para el próximo año sea como el que emprendió Ezequías (2a. cronicas 31:20-21): Ejecutar lo bueno, recto y verdadero; Todo lo que emprendas sea de acuerdo con la ley y los mandamientos; Busca a Dios con todo tu corazón.
Que nuestra oración sea:
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
y sálvanos"
Salmos 80:3 (NVI)