martes, 21 de diciembre de 2010

Ley a los soberbios y gracia a los humildes

Charles Spurgeon decia: "La Ley debe darles muerte antes de que el evangelio les reviva". Esta frase tiene que ver con lo que entendemos por evangelismo y hacer evangelismo. A veces al compartir la buenas nuevas, nos quedamos únicamente con las bendiciones, con las sanidades, con la prosperidad, pero no hablamos ni de la obediencia, ni de la persecusión, ni de las pruebas, ni del cielo ni del infierno. Esta forma de anunciar el evangelio de la una forma incompleta a veces trae consigo que las personas se sientan engañadas o desilusionadas cuando ven que la vida no es de color de rosa y se necesita de fe y madurez para continuar. La vida eterna, aún como cristianos no siempre está dentro de nuestra definición o entendimiento de salvación de allí que es importante autoexaminarnos para saber que tipo de creyente somos.
Después de esto creo que podremos estar listos para compartir el evangelio a través de dos formas que se complementan "ley a los soberbios y gracia a los humildes" (Stgo. 4:6; 1P 5:5) este enfoque lo pude apreciar gracias al regalo que me hizo una amiga de un libro que se llama Dios tiene un plan maravilloso para tu vida (El mito del mensaje moderno) de Ray Comfort. Existe una versión en castellano que se puede obtener con los chicos de km.0 (on the red box) pero también hay otra que se puede descargar de la web en pdf. 
En suma el libro trata de la experiencia que dejado la predicación de un evangelio incompleto en algunos ministerios, resaltando que no es tan importante el número de los que se convierten en un día de evangelismo como los que continuán después en su búsqueda continua y su comunión diario con el Dios vivo aguardando el día del juicio final y la vida eterna. Esta visión nos permite comprender mejor lo que es la realidad en cada fragmento que vivimos y también nos aleja de religiosidades, fanatismos o autoengaños que a veces llegan dañar la vida espiritual del creyente porque desde un principio no hubo quien le dijera que son las buenas nuevas tal y como Jesús lo hizo.


¡Bendiciones!

lunes, 18 de octubre de 2010

Mark Driscoll: Ministerio y Familia.


Encontré este artículo en Protestante Digital, me pareció importante y lo comparto con ustedes habla del ministerio y la familia.

http://www.protestantedigital.com/new/nowimprimirnoticia.php?r=351&n=18007

lunes, 4 de octubre de 2010

Encontrando el sentido.


Me encontré estas palabras en una libreta, no recuerdo cuando las escribí, sin embargo creo que las hallé en el momento preciso…

"Te encontré Señor y todo tiene sentido.

Tu gracia es mi salvación, es lo que soy y quiero ser.

Tu amor es lo eterno, es el sello de lo que soy ahora. Tú Dios me salvaste.

Señor busco tu justicia, no la mía.

Pon de ti dentro de mi corazón, alma, mente y fuerza."


Yahweh es uno y no hay más fuera de Él (Is. 45:5).

miércoles, 14 de julio de 2010

No basta ser pecador.

No basta ser pecador, porque también es necesario ser honesto con el Señor, no siempre es fácil seguir el camino. Hay momentos de estancamiento, donde parece que la relación con Dios se rompe; el sacrificio de Jesucristo y liberación del pecado no fue completa; y el Espíritu Santo poco puede hacer por nosotros. En pocas palabras, el fuego del altar se apaga. Por cierto, también la lectura de palabra, de las historias, proezas, manifestaciones de poder, milagros, acto de misericordia, actos de amor y transformación de vidas, descritas en la Biblia, se vuelven incomparables con nuestra vida, ya que lo que nos oprime, preocupa, causa desánimo o nos hace pecar, es más grande que el poder del Dios que todo lo puede. Parece, como si fuera imposible para que Dios pudiera hacer algo por nosotros y en nosotros.

Aún en esa situación, existe una insatisfacción que molesta más que lo que nos aqueja y por lapsos la presencia del Señor se manifiesta, a través de un recuerdo, palabra, imagen, testimonio, encuentro con alguna persona que hasta pueden parecer simples coincidencias. Es en ese momento, cuando entra algo de insatisfacción que no te suelta y te muestra lo que existe en lo más profundo de tu corazón, es cierto yo me he percatado de lo que tiene que ser tratado o restaurado para seguir adelante en el camino del Señor. Tal vez, por eso Pablo decía: pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero practico… Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí. (Ro. 7:19-21).

Reconozco que mis motivaciones para conocer más del Señor no siempre han sido las más honestas, me doy cuenta que en mi vida todavía hay pecado, maldad o heridas que tienen que ser limpiadas o sanadas. Cuando me percato de ello, me queda claro que esos momentos tan difíciles vienen de Dios para mostrar algo que tiene que ser cambiado o transformado, además he aprendido que el deseo del Señor es que seamos honestos ante Él y ante nosotros mismos. Hace unas semanas leí unos capítulos del libro No te des por vencido de David Wilkerson, allí el autor decía que el pecado no siempre es resultado del enemigo, sino que también deriva de la propia carne, sin embargo había que estar alerta para que estas situaciones no nos orillaran a dejar de creer en Dios. Por eso, no había que olvidar dos puntos el primero; que Dios nos ama no importando nuestra situación y el segundo; que a Él le agrada nuestra fe. En este sentido agregaría un tercer punto que consiste en dar gracias a Dios por lo que estamos viviendo, a veces este punto parece ilógico o fuera toda razón, sin embargo es a través de este punto que se accede al gozo del Señor.

Creo que con estos tres consejos más la honestidad de nuestro corazón, podremos continuar el camino que tenemos por delante, para cumplir el propósito para el cual fuimos creados.

¡Dios los bendiga!

domingo, 11 de julio de 2010

Memorial de Blaise Pascal


Leyendo el libro ¿Conozco a Dios? de Tullian Tchividjian, encontré esta referencia al Memorial de Pascal, me pareció interesante, por que es un relato de una experiencia y un encuentro con el Señor, que para Pascal significó una transformación. Estos hechos plasmados en una hoja, están llenos de la palabra de Dios, y nos hacen reflexionar, asombrarnos que la fe es algo que rompe con lo más concreto y objetivo que puede tener nuestra mente, y además representa la apertura del corazón humano para conocer al Dios, del que muchas veces dudamos.




Blaise Pascal, escribió lo siguiente:


El año de gracia 1654,

Lunes 23 de de noviembre, día de san Clemente, papa y mártir, y otros en el martirologio vigilia de san Crisógeno, mártir, y otros

desde cerca de las diez y media de la noche hasta cerca de la una y media

FUEGO

«Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob» [Éxodo 3:6], no de los filósofos y de los eruditos.

Certeza [alegría], certeza, sentimiento [visión], gozo, paz.

Dios de Jesucristo…

Deum meum et Deum vestrum «Mi Dios, que es Dios de ustedes» [Juan 20:17]

«Tu Dios será mi Dios» [Rut 1:16]

El mundo en el olvido, todo olvidado excepto Dios.

[Dios] No se encuentra sino por las vías enseñadas en el Evangelio.

Grandeza del alma humana.

«Padre justo, el mundo no te ha conocido pero yo te he conocido» [Comp. Juan 17:25]

Gozo, gozo, gozo [y] llantos de gozo.

Yo no me he separado.

Dereliquierunt me fontem aquae vitae. «Me han abandonado a mí, fuente de agua viva» [Jeremías 2:13]

¿Dios mío, me abandonaréis?

Que no esté separado de vos eternamente.

«Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, único verdadero Dios y al que has enviado» [Juan 3: 15-21; 6:29; 14:6; 17:3]

Jesucristo

JESUCRISTO

Yo me he separado de Él, le he huido, renunciado, crucificado.

Que nunca sea separado de Él.

No se conserva sino por las vías enseñadas en el Evangelio

RENUNCIACIÓN TOTAL Y SUAVE

Sumisión total a Jesucristo y a mi director.

Eternamente en gozo por un día de ejercicio en la tierra

Non obliviscar sermones tuos. «Jamás olvidaré tus palabras» [Comp. Salmo 119:6]

Amén.

lunes, 28 de junio de 2010

FRASCO DE ALABASTRO


Con la boda próxima de uno de mis hermanos y lo relacionado a los preparativos del compromiso y la celebración encontré que en tiempos antiguos, cuando una chica llegaba a la edad de casarse, su familia compraba un frasco de alabastro y lo llenaba de valioso aceite, el tamaño del frasco y la cantidad de aceite equivale a la riqueza de su familia. Este frasco de alabastro podía ser su dote. Cuando un chico la pedía en matrimonio, ella podía responder rompiendo el frasco de alabastro a sus pies y esto era un gesto que lo honraba. De inmediato recorde la historia que se narra en Marcos 14:3-9 (NVI)
En Betania, mientras estaba Jesús sentado a la mesa en la casa de Simón llamado el leproso, llegó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy costoso, hecho de nardo puro. Rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Algunos de los presentes comentaban indignados: -Para qué este despedicio de perfume? Podía haberse vendido por muchisimo dinero para darlo a los pobres. Y la reprendían con severidad. -Dejenla en paz -dijo Jesús- Porqué la molestan? Ella ha hecho una obra hermosa conmigo. A los pobres siempre los tendrán con ustedes, y podrán ayudarlos cuando quieran; pero a mi no me van a tener siempre. Ella hizo lo que pudo. Ungió mi cuerpo de antemano, preparándolo para la sepultura. Les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique el evangelio, se contará también, en memoria de esta mujer, lo que ella hizo.
El frasco de alabastro es tu cuerpo, alma, emosiones, sentimientos, sueños, anhelos, los cuales tienes que quebrar delante de Jesús, es traer todo lo que eres , es una entrega total sin importar lo que digan los demás. Tu vida en las manos de Jesús no es una mala inversión, no es un desperdicio. Es un reto al estilo de vida que muchos abrazamos por el egocentrismo.
Si tu compromiso con Cristo es autentico y total tienes que romper tu frasco de alabastro delante de El. Si tu frasco solo es adorno no esperes conocer el aroma irresistible del perfume que emana al quebrar tu frasco. Que gran Reto¡¡¡, Tu decides.
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Marcos 12:30 (NVI)

miércoles, 5 de mayo de 2010

Conocer y hacer

Estando leyendo los Salmos en particular el Salmo 112:1 y luego recordando otro texto bíblico, me fui a Proverbios 1:7; me puse a reflexionar sobre el "temor a Jehová" y de la concordancia que hay con Sal. 19:9 cuando la palabra dice "El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;...".

Traté de relacionar "el temor a Jehová" como un camino para encontrar el llamado que Dios me ha hecho, o para entender el llamado que Dios ha realizado a otros; sin embargo, en esta búsqueda de saber con seguridad que Dios es quien llama, me di cuenta, que en 1Ts. 1:4 la Escritura habla acerca de "elección" el versículo dice : "Porque, conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección;..." esta “elección” también está relacionada con 1P.1:2 o Dt. 7:6 donde se agregan más ideas, conceptos y preceptos; como la elección según la presciencia de Dios, la santificación, el Espíritu, la obediencia, la guarda de los mandamientos y la sangre de Jesucristo.

A través de todas estas citas bíblicas, se encuentran varios puntos del pacto que Dios ha hecho con nosotros, pudiendo afirmar que tenemos conocimiento acerca de Dios. Hasta este punto creo que podemos decir –ya lo sé, te conozco- pero ahora surge la pregunta ¿cómo poner en práctica lo que conozco de ti?

De esta forma creo estamos ante el reto de conocer y hacer, el saber hacer lo que a Dios le agrada para Él y para nuestra vida.

¡Bendiciones!

martes, 13 de abril de 2010

¡CONTIGO LA VIDA ME SABE BIEN!


Estaba escuchando el nuevo disco de Jesús Adrián Romero, me gustaron varias canciones, pero hubo una que sin haberme gustado el principio de la canción, si me conmovió una frase que decía "me sabe bien la vida contigo" y esto es cierto. Lo digo porque ya tenía bastante tiempo que no encontraba alguna frase que no únicamente entrara a mí interior ya sea mi mente o mi corazón, sino que además pudiera decir que tenía un sabor agradable para mí, no en vano creo que Jesús Adrian Romero tituló a la canción “Leche y miel”. Esta pista me hizo recordar la tierra que Dios prometió al pueblo de Israel en el libro del Éxodo, y que podemos ver se les recordaba en otros libros como Levítico, Números, Deuteronomio, Josué (por supuesto allí tomaron posesión), Jeremías y Ezequías, donde el Señor prometió una “tierra que fluye leche y miel la cual era la más hermosa de todas”.


Estas palabras me gustan pero también me hicieron reflexionar, que sin la presencia de nuestro Señor es difícil que las cosas nos sepan a algo, o tal vez es mejor decir “Sin ti Señor no tiene sentido la vida”, y es cierto hay momento en que nuestra relación con Dios se vuelve insípida por algún tiempo. No obstante creo que si ya conocemos al Señor siempre hay algo más allá de nuestra mente y cuerpo, que te impulsa a luchar, a buscar, a reflexionar, a cuestionar, a hacer un diagnóstico de la situación, y es allí cuando en mí caso el Señor, me hizo saber por una parte que Él estaba conmigo, pero que también mi espíritu por la otra estaba seguro que con Él la vida me sabía bien, no importando la situación a mi alrededor.


Finalmente, quiero recordar parte de Josué 1:9, dónde Jehová nuestro Dios dice que Él estará con nosotros donde quiera que vayamos. Por eso es que la tierra en la que fluye leche y miel, y es la más hermosa de todas, no tiene sentido sin su presencia.


miércoles, 3 de marzo de 2010

PROPÓSITO PARA UNA AFLICCION

¿Alguna vez has orado por algo o por alguien y no ves respuesta?, tal vez te has sentido hasta frustrado y has llegado a pensar que Dios no te escucha o quizá las espera de la respuesta te desespera.
Así se sentía Ana, una mujer que tenía un esposo que la amaba mucho, pero no tenía hijos, (1a. Samuel 1), ella lloraba, no comía; cada año iba a Silo a la casa de Dios a ofrecer sacrificios, considero que Ana estaba muy enfocada en su necesidad de ser madre, imaginando lo satisfactorio de la maternidad y cada año hacía lo mismo y no pasaba nada, seguía frustrada, hasta que un día se decidió a dar un paso más allá, cambio su forma de orar, se atrevió a pasar un tiempo de intimidad con Dios (solo ella y Dios), y ahí lloró desconsoladamente, y enseguida tuvo una nueva revelación de Dios, de como pedir, ¡cambió su forma de orar!:
1.- "Señor Todopoderoso, si te dignas mirar la desdicha de esta sierva tuya y, si en vez de olvidarme, te acuerdas de mi...." (1a. Samuel 1:11a) ella pidió gracia (recibir lo que no se merece), en su dolor y desesperación tocó el corazón de Dios y en su toque la gracia se derramo.
2.- "...y me concedes un hijo varón, yo te lo entregaré para toda su vida..." (1a. Samuel 1:11b), ella entregó su deseo a Dios, pidió conforme al propósito de Dios, ya no pidió un hijo porque se sentía sola o desdichada, o para que ya no fuera señalada estéril. Ana entregó su necesidad para los propósitos de Dios.
Samuel (pedido a Dios), el hijo de Ana, no fue tan solo la respuesta a la necesidad de una mujer, sino que se convirtió en una pieza clave dentro del pueblo de Israel, además "El Señor bendijo a Ana, de manera que ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas..." (1a. Samuel 2:21).
Su aflicción la obligó a mirar a Dios y como resultado su hijo Samuel sirvió en el tabernáculo. La historia de Ana demuestra que del dolor amargo puede brotar una gran promesa, si ese dolor lo lleva uno a Dios.
"Pero si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia.
Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espiritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cual es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios.
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito." (Romanos 8:25-28) (NVI)

domingo, 21 de febrero de 2010

¿De qué lado estaría? por Liliana Salgado.

¿De qué lado estaría?

Hace poco estuve leyendo el libro de Philip Yancey “El Jesús que nunca conocí” y me llamó la atención algunas preguntas interesantes que él plantea en su libro: “¿Qué hubiera ocurrido si yo hubiera formado parte de la multitud que gritaba crucifíquenle?, ¿Cómo hubiera respondido ante ese hombre si lo viera de frente? ¿Lo hubiera invitado a cenar, como Zaqueo? ¿Me hubiera alejado triste, como el joven rico? ¿Lo hubiera traicionado como Judas y Pedro?”

¿Cómo hubiera reaccionado yo si hubiera vivido en tiempos de Jesús, sería de la multitud que gritaba crucifícale o sería como la mujer samaritana que se rindió a sus pies? Me aterrorizaba pensar que sería yo como la multitud que -influenciados por terceros y por temor a los fariseos- decidieron gritar en contra de Jesús. Llegué a preguntarle en oración al Señor ¿qué hubiera pasado si hubiera vivido en esos años? ¿Qué habría sentido al estar frente a Él, viéndome cara a cara y directo a los ojos?

Sin saber la respuesta, le agradecí tantas veces el haberme creado en éste tiempo, el haberme llamado desde pequeña, el que Él me haya convencido de su muerte y resurrección y el haberme dado la fe necesaria para creer.

Dejé de hacer esa pregunta a Dios, sabía que nunca tendría la respuesta y que cualquier respuesta no sería tan real por el simple hecho de que sería una suposición y no una realidad. Sin embargo, siempre estuvo en mí esa duda que -sin importancia- la recordaba de vez en cuando… hasta diciembre pasado, cuando obtuve una respuesta convincente y suficiente para mí.

Recibí un regalo en Navidad, el CD de Jesús Adrián Romero “Fue más claro que la Luna”. Ese CD traería una respuesta para mí. Lloré (“raro en mí”) al escuchar el último track: Si hubiera estado allí.

Si hubiera estado allí entre la multitud

Que tu muerte pidió, que te crucificó

Lo tengo que admitir, hubiera yo también

Clavado en esa cruz tus manos mi Jesús

Si hubiera estado allí, al pie de aquella cruz

Oyéndote clamar al Padre en soledad.

Lo tengo que admitir, te hubiera yo también

Dejado así morir, mirándote sufrir

Si hubiera estado allí

Pensándolo más bien, también yo estaba allí

Yo fui quien te escupió y tu costado hirió

yo fui el que coronó de espinas y dolor

tu frente buen Señor,

yo fui el que te golpeó y de ti se burló

yo fui el que te azotó

Yo fui el que laceró tu espalda mi Señor

También yo estaba allí

No importa tanto en la época que viví, importa que por mis pecados y para mi salvación Él murió por mí. Estuve allí, sin estarlo; grité, sin gritar; clavé, sin clavar; lo dejé morir. Mi presencia en ese tiempo no hubiera cambiado en nada su muerte, pero su muerte si cambió del todo mi vida.