domingo, 5 de julio de 2009

¡SEÑOR SÁLVAME!

Hace poco estaba pensando porqué en un país como México, los sueños parecen estar lejos de cumplirse o al menos parecen que la realidad los retrasa para su cumplimiento.

Me doy cuenta que la ilusión es la realidad que permea nuestra cultura, una cultura que no ha sido ejemplo ni ha llegado a influenciar de forma positiva a la humanidad completa. Creo que son pocas las veces que la situación de un país, puede llegar a hacer que no se pueda siquiera sentir el latir de un frío corazón. Las tinieblas rodean la vida nacional y la historia es la continua repetición de una vida en opresión, esclavitud y cautividad, en donde la lucha por la libertad se ha olvidado. Hoy podría decir que la incredulidad, la falta de razón y la idolatría alimentan el crecimiento, cada día más, del gran abismo que nos separa de alcanzar un sueño, tal vez de alcanzar a Dios.

Leía que algunos hombres de Dios, se han sentido ignorados por Dios, ¿a caso no, nos pasa lo mismo? No sucede en nuestro interior lo mismo, nos sentimos ignorados por Dios, ignorados como personas, pero esto se agrava cuando sentimos que nuestro país es ignorado por Dios. Tal vez debamos recuperar ese coraje para luchar por la libertad, pero sobre todo coraje para llamar la atención de Dios.

Sin lugar a dudas hoy le diría a Dios que me salvará de mi maldad, mi humanidad, mi incredulidad, de la oscuridad, y que me enseñara su verdad…quisiera poder contemplar su grandeza, sentir su aliento…vivir confiando sólo en Él…que mi corazón sea uno… que su luz resplandezca en mí...y sea yo una buena señal...¡Señor sálvame!