martes, 28 de abril de 2009

DE LA INFLUENZA PORCINA, A LA INFLUENCIA DE DIOS.


Arrojen de una vez por todas las maldades que cometieron contra mí, y háganse de un *corazón y de un espíritu nuevos. ¿Por qué habrás de morir, pueblo de Israel? Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Conviértanse, y vivirán! Lo afirma el Señor omnipotente.” Ez. 18:31-32


Este no es el fin del mundo parece más bien una probadita. Los acontecimientos que empezaron por trastornar a México se han extendido más allá de sus fronteras. A nivel mundial la Organización Mundial de la Salud ha declarado el nivel 4 de “alerta de pandemia”; nuestro país suma 152 decesos y la propagación del virus en el Estado de México, Tlaxcala, San Luis Potosí, Oaxaca y otros estados en los que se está detectando sí hay personas contagiadas continúa en proceso de ser evaluada es por eso que tendremos una idea clara de la situación hasta el 6 de mayo; finalmente no podemos dejar de mencionar el sismo de 5.3 grados en el D.F. que tuvo su epicentro a 23 km al Noroeste de San Marcos, Guerrero.

Estos acontecimientos golpean nuestra conciencia, nuestras costumbres sociales, y nuestra seguridad. Nos hemos dado cuenta que aún con todo nuestro conocimiento y comprensión del mundo, un pequeño organismo como un “virus” pone en crisis nuestra seguridad personal pasando hasta la global.

La influenza acabará en convertirse en una pandemia o habrá más muertos que lamentar, no lo sé. Lo que sé es que Dios no quiere que muramos, siempre ha querido que vivamos (Ez. 18:31-32) sin embargo es necesario el arrepentimiento. ¿Quieres ser influido por Dios? Hoy es la oportunidad para vivir y tener una comunicación directa con Dios, hoy que las labores en México están en su mayoría paradas, es tiempo también de hacer un alto y reflexionar, en qué confiamos, creemos y obtenemos una verdadera seguridad. ¿A caso no es tiempo también de desmantelar tu "yo"? Si tú quieres iniciar, retomar o volver a intentar una relación con Dios, he aquí el momento para hacerlo y hablar con Él y no morir, olvídate de la influenza, sino de morir espiritualmente. Cuando crees en Jesús y te arrepientes, la incubación del espíritu de Dios en tu vida es inmediata, y sin duda hoy estarás contagiado de vida.



1 comentario:

  1. considero que no nos alarmemos por esta situación, tomemos medidas precautorias, hay quienes aseguran que es una estrategia política para desviar la atención de la crisis económica o reactivar la misma, etc. Otros afirman que en realidad si se trata de una pandemia muy peligrosa, ahora bien, mientras no tengamos certeza de esta situación, seamos precavidos sin caer en la desesperacion o psicosis.
    El Salmo 23 nos hace una maravillosa promesa "AUNQUE ANDE EN VALLE DE SOMBRA DE MUERTE, NO TEMERÉ MAL ALGUNO, POR QUE TÚ ESTARÁS CONMIGO".
    Así que, sigamos confiando en Nuestro Señor, por que todo está en sus manos y en su cuidado, como está escrito: por que Él tiene cuidado de vosotros.
    marad

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